México III: Guanajuato, Querétaro, HIdalgo, Puebla, Oaxaca ...

   (San Juan de los Lagos, León, Guanajuato, Irapuato, Querétaro, Tula de Allende, Puebla, Oaxaca, Juchitán: 1.561 km. Acumulado: 13.403 km.)

   Y si algo nos repitieron hasta la saciedad fue que no debíamos perdernos Guanajuato.

   Cálida, colorida y con un caótico trazado urbanístico, es esclava del lecho del río sobre el que se asienta, conteniendo la respiración en la época de lluvias. Sus calles se llenan de vida en las noches de callejoneadas. 
   En Octubre acoge al Festival Internacional Cervantino y coincidiendo con nuestra visita el de Actores Urbanos, así que gozamos de decenas de representaciones callejeras.
   ¿Pero cómo, lo que no debería ser más que un puñado de casas de adobe, posee tantas y tan magníficas Iglesias, Teatros, Mercados, manifestaciones culturales de primer nivel, y llega a convertirse en la capital de un estado?
   La respuesta es Plata. A mediados del 1500, apenas 50 años después de que Colón pusiera estas tierras en el conocimiento de la otra mitad del mundo, ya se tenía localizada la veta madre (Joder!, que eficientes somos para algunas cosas...), y 200 años después y durante varios lustros produjo más plata que todas las minas del Virreinato el Perú. Suficiente, ¿no?  
   
  Y aunque la primera idea era rodar por la bella Michoacán, las revueltas sociales en esas fechas hacen que variemos el itinerario, así que los próximos días son de esos que llamamos de trámite, no teniendo más interés que la de acercarnos a las zonas arqueológicas de Tula y Teotihuacan, al norte del DF.

   Pero sí, algo hubo digno de reseñar. La mañana que dejamos Querétaro empecé a rodar con algunas décimas de fiebre que achacamos a un resfriado. Dos días después el paracetamol apenas lograba mantenerla por debajo de 39º ...
   Para entonces Quique, Trebor y su abuelita Mª Luisa, amortiguaron la situación.
  24 horas después, Luis, que además de ser nuestro warm en Pachuca es también médico, diagnostica Influenza, o lo que conocemos por el viejo continente como Gripe A.

   

   En México, el claroscuro aparejado a esta afección es lo suficientemente controvertido como para que conlleve guerra de cifras cuando se nombran afectados y fallecidos. 

   El caso es que tiene todos los tintes de una enfermedad diseñada en laboratorio, para la que solo hay una medicación que la sane, es de patente, escasa y muy cara.

   A la población que no puede costeárselo y que es la que acude a la Sanidad Pública, se les facilita una o dos dosis de las 12 habituales del tratamiento y se les da el Alta Médica.

   En mi caso, esa medicina estaba agotada en el estado de Hidalgo y, como obedeciendo a un guión escrito a medida, Liliana, pareja de Luis, había enfermado de lo mismo una semana antes, así que por casa quedaba medicación suficiente como para salvar el escollo.

   Y van a Tula?, nos preguntaban incrédulos, es la ciudad más contaminada del país... y sí, desde luego es la más fea y gris de las que vimos. El río que propició en su momento el asentamiento de lo que hoy contemplamos como Yacimiento Arquelógico es una cloaca. Una refinería de Pemex (la Petrolera del país) y una Cementera son las otras dos patas del banco que apuntalan esta aberración.

   Y en Puebla nos reencontramos con ese México Colonial que tanto nos fascina.
   Estratégicamente situada en el pasillo natural que une el Puerto de Veracruz (a donde arribaban y partían los barcos a la Imperial España) y la Ciudad de México y el interior del país, fue creada para albergar a la nueva y pujante población de españoles, y urbanizada en cuadrícula. La guardan el Pópocatepetl y el Iztaccíhuatl. Nos acoge Armando y conocemos a Sara y Pedro, portugueses que eligieron para su luna de miel recorrer este Continente en bici.
   Hastiados de rodar por Carreteras de Cuota, pasillos sin vida, tan necesarias en zonas inseguras o en la periferia del DF, nos lanzamos a la Panamericana, estrecha y sinuosa, caprichosa en tramos.        Los siguientes días nos dedicamos a lograr collados con la fresca, a disfrutar las bajadas a los valles, a engañar al calor con siestas a mediodía...

   Estrenando Estado, Oaxaca nos regala los primeros ríos limpios que vemos en meses. Nos remojamos casi en cada uno, buscando paliar el horno en el que estamos metidos, y es que volvemos a ganar sur. El caos que supone la Sierra Madre del Sur corta el flujo de los vientos que llegan del Pacífico.

   Aquí la gente vive a otro ritmo. A la orilla de la carretera se suceden las destilerías artesanales de mezcal. La hamaca es la reina. Las cosas suceden despacio. Se organizan en Comunas y en Asamblea se trata cualquier asunto común, Agua, Obras Públicas, Tierras ... 

   La megafonía avisa por igual de quien ofrece tacos; camarón o pescado para los Viernes de Cuaresma; invitación a visitar a tal familia porque alguien les ha fallecido; recordatorio del Calendario de Vacunas; o que de parte del Señor Director, los papás pasen por el Colegio a firmar no se qué documento ...

   Estamos en La Panamericana!. Estamos en Oaxaca!. Estamos encantados!

Carreteras de Cuota..., pasillos sin vida.

Trompos.

¡Aquí se reutiliza todo, y sin informatizar!. ¿Ocupas algo para tu carro?.

Guanajuato

                                                                                                 

Jorge Negrete

y la puerta está comida donde la ha golpeada el mundo ...

Color.

Tula de Allende.

Cancha de pelota ...

El ayer y el hoy de un Pueblo ...

Teotihuacan, "lugar donde los hombres se convierten en Dioses".

Pirámide de la Luna.

Pirámide del Sol.

Calzada de los Muertos.

Puebla.

Popocatepetl.

Oaxaca.

Árbol de Tule.

Sara y Pedro (NósDeBina).

Panamericana.

Mezcal, el aroma de Oaxaca ...

Recuperados...