miércoles, 4 de diciembre de 2013

EEUU II. Nevada y California ...

   (Las Vegas, Pahrump, Baker, Barstow, Redlands, Corona, Newport, San Diego: 904 km. Acumulado: 9826 km.)

   ... Somnoliento, con el cinturón abrochado y bajo la luz de la cabina recién corregida por la azafata, miro a través de la ventanilla. Nieva. Amanecerá en poco más de una hora... Hacia mediodía, Las Vegas nos recibe con 23 grados y un cielo con ese azul, de los que Picasso no hubiera dudado en acomodar en su paleta. 
   
   Como en cualquier mudanza, desempaquetamos y ajustamos las bicis, reordenamos las alforjas y ya oscurecido, nos dirigimos a casa de Lauriann, nuestra Warm en la ciudad. Esto nos permitió ver el espectáculo de luz en el que se convierte la ciudad al anochecer.


de mudanza ...


   Las Vegas nunca entró en nuestros planes. No es algo que nos atraiga en absoluto pero, dado que las puertas y ventanas que se han ido cerrando y abriendo en nuestro día a día, a modo de gymkana nos han traído hasta aquí, decidimos asomarnos al claroscuro que la conforma, a su camaleónica habilidad, a esa innata capacidad que la llevó prácticamente desde sus inicios a adaptarse, a alojar sin discriminar, cual cajón de sastre, estilos, personajes, sueños, llantos, querencias, locura, realidades... para mostrarse a nuestros ojos de esta manera



Yo, vuestro Amo os digo, tomad malditos... 





   El Boulevard del Downtown. Una Avenida Comercial con protección añadida, para que el abrasador sol veraniego del desierto no frene el ritmo de la Ciudad.

Salas de juego abiertas 24 horas... Esta foto está tomada a las 11,30 de la mañana en el Downtown.
 Las hay en en el Aeropuerto, gasolineras, supermercados, baños... 




   Las Vegas Boulevard. El corazón desde donde laten esas Gigantes Fábricas de ilusión, que a golpe de "todo al 13 negro", de esa Dama de Picas que aparece en la última mano para una Escalera Real, "21 y Black Jack ó 22 y se pasa", coronan desgraciados, destronan sueños, otorgan y arrebatan, sin la más mínima piedad, con la frialdad de los números, de esa caprichosa señorita llamada azar ...

















   No solo en el juego está la diversión o la oferta. Si puedes pagarlo encontrarás lo que te plazca. 






   Y con este sencillo mapa y la información que vayamos recibiendo en el andar, debería ser (y fue) suficiente para plantarnos en México en 16 días, los que quedan de margen en nuestro Pasaporte. No me van las prisas, pero en esta ocasión este es el toro que nos toca






   Claramente entramos en otra pantalla del juego que nada o poco tiene que ver con lo vivido hasta ahora en este continente. Gentes, ritmo, mentalidad, toponimios...  
   
   Lo primero que agradecemos es el sol. En el norte a estas alturas de estación es ya un mero farolillo, con la única función de dictar cuando es de día y cuando no. Aquí, se muestra en esa
dosis en que en su escala, debe quedar junto a la palabra Amable. Eso sí, toca adaptarse a las horas en las que luce. Hemos ganado sur de manera considerable, así que los amaneceres y atardeceres son rápidos y conforme no acerquemos al Ecuador serán meteóricos.
   Tenemos 10 horas de luz y hay que aprovecharlas, porque cuando Lorenzo se retira a descansar de su jornada diaria, el Desierto nos recuerda donde estamos, y en la noche, el frío es el rey...
   Así que nuestro día tipo comienza saliendo del saco a las 05,30 am (bueno, una parte del equipo lo hace 10 minutos después, cuando en la tienda ya flota el aroma a café). Hacia las 07,00 estamos listos para rodar. Bocata hacia las 12,00. Acampados y cocinando la cena hacia las 16,00. En el saco hacia las 19,00 pm. 


   Amanece en el desierto ...





   Apenas dos jornadas nos separan de California. Rodamos hacia el suroeste para pasar rozando el Valle de la Muerte y giramos al sur buscando el Desierto del Mojave.


 







Hora del bocata en la única sombra en mucho kilómetros...






Atardeceres que rozan la lujuria ...


Como puños ... 






Ruta 66





Y esto como coño se lee...?

   Gentes:
   Las dos siguientes fotos son de Irfan Khan, que andaba por el Mojave haciendo un reportaje y nos regaló éstas. Gracias Irfan!



   En la gasolinera de Shoshone rellenamos agua para acampar esa noche y afrontar los 90 kilómetros de desierto del día siguiente. Unos motoristas que andaban haciendo la misma ruta nos regalaron un ajado mapa de la zona hasta San Diego, y 20$, para "la causa"... obviamente aceptamos el mapa y rechazamos de plano la donación. Y cuanto más lo rechazaba, más se reafirmaba el donante hasta el punto de trabar el billete entre las alforjas de mi bicicleta. Al día siguiente ya en Baker y cansados, decidimos con la nueva aportación al presupuesto, darnos un "homenaje" en un Restaurante de comida rápida, de estilo griego. Allí, nos topamos con Robert Castaneda, un descendiente de 3ra. generación de españoles. Charlamos un rato y acabó regalándonos estas consumisiones en la cadena de restaurantes que posee su familia. Ya ven, vamos de donación en donación, que pinta tendremos a ojos de los que nos ven sobre nuestras bicis?, nos preguntamos sonriendo...


   Cuando ya nos habíamos internado un buen trecho en el Desierto del Mojave, el aductor de Ali decidió que no quería estar allí.  Nos dimos la vuelta y descansamos un par de días en Baker, un mero cruce de caminos  lugar de parada de camioneros y gente desplazándose, con un único motel, donde estudiar las rutas alternativas.
   Tres días después, al final de un ventoso día con un tráfico más que considerable, nos tropezamos con Mallory, Mat y Dan, a quienes pedimos montar la tienda en su jardín.

(- Ok, no problem bro!, but, you can use our motorhome if you wish...
- Really? 
- Sure! sounds good for you?
- Oh man! it´s fine!. Is the best offer than we have been in a lot of time, you know?... ) 

   En un abrir y cerrar de ojos habíamos pasado de estar luchando con el viento (en contra, por supuesto) a estar cocinando la cena que devoraríamos un corto rato después. 



      Una semana después, ya en la costa, y para comprobar la presión tras un pinchazo de Ali (en las gasolineras hay que pagar por utilizar ese servicio) nos acercamos a este taller que regentaban Raymundo y Gerardo, obsequiándonos con una enriquecedora charla sobre México, agua, bebida y barritas energéticas y dos pares de gafas... chicos, de verdad esto ya es la repera!
    Nos despedimos con pena, pero el tiempo apremia...




   En los tramos donde no hay una alternativa razonable, es posible rodar por Autopista. Sí ya sé, es una locura. En este caso "la Casa del Terror" en la que nos adentramos, fue la que atraviesa El Cajón Summit, una delicia para el senderismo.
  Bestias motorizadas de 22 ruedas que pasan muy cerca, arcén bacheado y sucio donde parecen que nacen los cristales, día gris y frío y como no, viento en contra.




   Algo de lo que no había hablado hasta ahora es de mis llantas. Cuando habíamos montado las bicis nos decidimos por unas Mavic A719 de 36 radios Dt Swiss de 2 mmm, con fama de indestructibles. Apenas nos salimos del asfalto en Anchorage hace ya 5 meses, la mía trasera comenzó a abrirse y a deformarse. 3.000 kilómetros después decidí quedarme con la trasera de Ali y comprar una de 32 para ella (era lo único que había en la tienda). 2.000 kilómetros después, mi llanta trasera volvió a abrirse. Cuando me puse en contacto con la tienda donde había comprado las 4 llantas, la conversación fue más o menos así:   

- Tienes que enviarnos la llanta ... ( a Alemania)
- Enviarla?, estoy en Canadá, tienes idea de lo que costaría enviarla y el tiempo que tendría que estar parado esperando hasta que ustedes se definieran sobre la cuestión?
- (una semana después)  Bueno, puedes probar a pedir en alguna tienda de por ahí que te hagan el favor y la revisen, contacten con Mavic y aludan a la garantía internacional... 
- Yo las compré en tu tienda, por qué no hablas tú con Mavic y conciertas con ellos una tienda donde pueda llevarla? podría ser en Canadá o EEUU, donde les venga mejor... Nunca obtuve una respuesta. 

   Pero, volviendo a aquello de puertas que se abren y se cierran, nuestro Warm en Redlands, Mark, que controla bastante sobre el mundo de la bicicleta, en un par de llamadas me consigue una de 36 radios a la que se refiere como "Heavy Duty", 36 radios de 2,6 mm. 
   Quédate un día más y mañana la montamos. Al día siguiente diluviaba en el Condado de San Benardino... nosotros en el taller, tomando café y dándole un repaso a las "negras".


   Saliendo de Redands ...




   Chicago Bike, una tienda de bicis de las que ya no quedan.





   Y volvimos a ver el Pacífico 6 meses después, cuando enganchamos la costa al sur de Los Ángeles, a la altura de Newport. Playas, surferos, gente guapa, paseando unas y exhibiéndose otras (se acuerdan de la serie Vigilantes de la Playa?) urbanizaciones millonarias y muucho tráfico.










   Y cerrando un ciclo, en la tarde del domingo 24 llegamos a San Diego, y por la más pura casualidad (o no), a la misma vez que este avión, proveniente de Alaska. Sus ocupantes tardaron 6 horas, nosotros 6 meses...  
   Leland y Beverly (Gracias chicos por el mapa de la Baja, la bolsa de agua, la información, la compañía y los biscotes para el desayuno! ... mmm) nos guiaron hasta nuestro Warm Merle, un referente para los que pasamos por este cuello de botella.     


 
   Y tres días después Tijuana, puerta de entrada a Latinoamérica, largamente ansiada ... sería como entrar en casa...

4 comentarios:

  1. bien chicos bien!!! se acabó USA... cuidado con las pendejadas no más! :) un abrazo fuerte!

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  2. Órale Güey!
    Estaremos atentitos no más...
    ;)

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  3. Bienvenidos a México! =) Por qué parte pasarán?? Cuidado en sonora, es zona de mucho tráfico pesado....

    Saludos!

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  4. Menudo viaje. Qué pasada!! Espero que sigáis disfrutando mucho y que por favor sigáis compartiendo vuestras fotos y sensaciones de un viaje que pinta maravillosamente fantástico.
    Un saludo desde el otro lado del charco. Salud y pedales!

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