(Jasper, Golden, Invermere,
Cranbrook, Frontera: 735 km. Acumulado: 7.395 km.)
Y una vez en la boca del lobo,
nos metimos en ella hasta la campanilla ... sí, estábamos en Las
Rocosas, uno de los hitos del viaje.
Se ha de pagar si quieres rodar
por ella. 10 dólares por día y vehículo. Ya saben, esto es Canadá
y se paga por todo, incluso por visitar lo que en realidad es
"Patrimonio del Pueblo Canadiense".
Modelos de gestión aparte, la
cuestión no sería tan grave si lo que se buscara realmente fuera la
Protección del Medio. Si lo es, o nos lo parece a nosotros, cuando
de lo que se trata es de hacer caja. Hay varios Resorts de tamaño
tirando a mastodóntico que no darían la nota en Benidorm u
horteradas semejantes, pero en medio de esta belleza de paraje es a
mi juicio profanar Tierra Sagrada.
La opción más económica para
dormir es el Campground. Un claro intento de tener controlada a la
peña, cobrando un mínimo de 15 dólares la noche por plantar la
tienda o estacionar el vehículo vivienda. A cambio te ofrecen
letrinas y nada más. No hay duchas, lavandería u otro servicio que
cabiera esperar por lo abonado.
Rizando el rizo, las bicis
también pagan. Sí, como lo oyen (o lo leen). Clara desventaja si se
tiene en cuenta la comida que has de cargar, salvo que quieras
destinar el presupuesto de un mes a la semana que se necesita para
una visita rápida.
Situaciones como esta abona el
lado oscuro de nuestras almas, el más transgresor y contestatario.
El que toma las riendas cuando peligran las naves, el sentido común.
O la desfachatez del contrario es tal, que te tiras al barro y que
sea lo que Dios quiera ...
No es intención de estos
viajeros bicicleteros revelar como abordamos la situación descrita,
si es la de señalar que rodamos por la que dicen los canadienses es
la carretera más bonita del mundo ...
Un servidor, hace ya tiempo que
dejó de tener en cuenta calificaciones e intentos semejantes con
vocación de etiquetar que ver, sentir u oír.
Si puedo decir que al rodar por
ella me pareció que le sobraban vehículos y gente chillona. Que
ciertos rincones son realmente bellos. Que por momentos el alma corre
hacia donde los ojos miran. Que por momentos tomas conciencia de tu
escala. Que te gustaría estar solo en medio de estas Montañas.
Las imágenes y el ojo
hambriento, sabrán transmitir y recabar lo que yo en vano sabría
describir ...
Y a la salida rodamos junto al Río
Columbia y el valle que forma en su curso alto. Lo primero que notas
es la suavidad del clima. Una semana entre montañas con un par de
pasos por encima de los 2.000 metros, una meteo más que regular los
primeros días y la pérdida considerable de cota, hace que recibas
de buena gana el sol, las noches más templadas y el perfil más
amable de la carretera.
Volvemos a zona de granjas, que
incluye algún santuario para aves de paso, y demás bichos vivientes
presentes en la zona todo el año. En las oscuras y silenciosas
noches escuchamos por primera vez coyotes y lobos ... por momentos se te eriza la piel, pero suenan lejos, o eso te dices a ti mismo, Ali duerme ...
El oso negro es el
que manda ahora en la zona, con el permiso de los que en granjas y
ranchos acogen vacuno y caballos. No hay conflictos, cada uno conoce
sus límites.
La madera y el turismo son los
otros dos soportes económicos del valle. En las siguientes semanas
veríamos las casas más bonitas y ostentosas hasta la fecha, que
como segunda residencia poseen la gente venida de la pujante y
cercana Calgary, asentadas la mayoría a orillas de los lagos
nada despreciables en tamaño y belleza de la zona.
El más tímido de los cachorros parapetado tras el árbol apenas asoma el hocico ...
Una mañana desde nuestra tienda, mientras desayunábamos ...
Entrada a la casa de nuestros Warms Donna y David.
Síntomas de abandono del campo ...
Muy importante ... la hidratación ...
Jessica y Joe, camino de las Rocosas ...
Para Tino, Harlero indomable donde las haya, a quien imagino a mi lado con mar formada y F8 en el anemómetro ... trimando el tormentín ...
Y dimos con el paso fronterizo que habría de permitirnos el cambio de país. Volveríamos a pisar suelo estadounidense por segunda vez ...
Antes de pasar, nos despedimos desde la bella y amable Canadá, donde hemos disfrutado y recibido bastante más de lo esperado. Un beso muy grande a tod@s..., para ti que nos lees, dos!
Sigo vuestro viaje con sana envidia...pero mucha!!.....Un abrazo muy fuerte desde la ciudad de la vieja muralla
ResponderEliminarSoy tito de ferrol me encanta todo lo que exponeis es precioso todo.Pasarlo bien.Un abrazo
ResponderEliminarMe alegro de que les vaya tan bien, además se ve que lo estais disfrutando. Un abrazo y muchas felicidades a la cumpleañera...
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