viernes, 8 de noviembre de 2013

EEUU I. Montana, Idaho y Washington ...

     (Whitefish, Helena, Missoula, Spokane, Omak, Penticton, Kelowna: 1.403 km. Acumulado: 8.865 km.)


     A la vera del Río Columbia, un penúltimo día de agosto entramos por segunda vez en EEUU.

     Un correcto Oficial de Inmigración, entre broma y broma nos preguntó varias veces que si teníamos intención de quedarnos a vivir en EEUU, al más puro estilo de entre col y col, lechuga.
     Una hora y 12 $ después (el precio de las nuevas Visas) teníamos estampados en nuestros Pasaportes 90 días de cancha para cruzar el país.
    Lo que no sabíamos entonces es que 25 días más tarde volveríamos a Canadá, haciendo una absoluta y libre interpretación de nuestros planes.

    La cosa es que diferentes amigos que habíamos hecho en el país, se habían ofrecido a hospedarnos en invierno, y estuvimos un tiempo rumiando esta posibilidad. Perfeccionar el idioma, ir de excursión o de pesca por los incontables lagos y ríos que teníamos al alcance de la mano, disfrutar de la nieve sobre unas tablas o unas raquetas, patinar (sobre hielo, por supuesto)...
    Finalmente nos pareció excesivo parar hasta el siguiente verano, aunque en volver a soltar amarras tardamos casi 80 días... y es que el tiempo se te escurre por entre los dedos cuando se halla puerto, buen ambiente y mejor compañía.








    ¿Pero que puedo decir? Las ganas de rodar, de amanecer cada día en un sitio diferente, de querer saber que hay detrás de la siguiente curva, de la improvisación como rutina..., eso fue tirando de nosotros prácticamente desde la primera semana...  
    Y para ponernos al día no nos queda otra que tomar un avión que nos coloque lo más cerca posible de la frontera con México, así que nos hemos decidido por Las Vegas. Para cuando aterrizemos allí el próximo domingo 10 de noviembre, aún nos quedarán suficientes días en nuestra Visa como para rodar por el desierto camino de la frontera.


    Dejo imágenes (que según me han chivado, es lo que realmente le gusta al personal cuando actualizo este blog), y aprovecho para pedir disculpas por el tiempo transcurrido desde la última vez que me asomé por aquí. Ya saben, la vida es impredecible, y cuando la vives sobre dos ruedas, más!




     Con Chuck y Rita, nuestros Warms in Whitefish, visitamos el Parque Nacional Glacier y bajamos en bici una conocida carretera interior, la Go to the Sun


     Así funciona la cosa en Montana, un Estado relativamente blando en cuanto al consumo de alcohol se refiere. 







     Honradez. Esto estaba a las puertas de un aserradero, sin vigilancia... Me pregunto cuanto duraría en mi barrio... 








     Esta es tierra donde se suceden Ranchos, inmensos en tamaño, donde sembrar grano y criar ganado.




























     El Valle de Okanagan (WA), disfruta de un microclima benigno y agua en abundancia. Las fincas de frutas son de un tamaño considerable y para trabajarlas hace falta mano de obra, mejicanos en su inmensa mayoría. Con ellos llegan sus costumbres ...


Un recuerdo de Parker, nuestro Warm en Omak.


Si hubiera llegado en verano, Brian, nuestro Warm en Penticton, me habría contratado ...


La bella ciudad de Kelowna, ya en Canadá.



     TNT Ethel (Dinamita Ethel), nuestra Warm en Missoula. Aquí donde la ven viajaba en una semana a Francia (donde guarda desde hace años una bicicleta en casa de una amiga). 
Y desde allí se iba Santiago por el Camino Francés, y sola. 
Si tuviera que ponerle un rostro a la energía, eligiría el suyo.
Si tuviera que ponerle un rostro a la simpatía, también eligiría el suyo.



Compañeros del Pedal:
     James y Alexis de EEUU, estaban haciendo la Great Divide y junto a ellos rodamos nuestros últimos kilómetros por Canadá.


      Scott de EEUU, venía de Nueva York e iba a California. El país de costa a costa.

     Wataru, un japonés de casi dos metros que lleva dando vueltas por el mundo 4 años ...
Va para Ushuaia, así que esperamos volver a verlo.




     Y hasta aquí lo sucedido. Si la próxima semana no asaltamos la banca en algún casino de Las Vegas, nos veremos aquí en unas pocas semanas ;)

     Un saludo grande a tod@s!!. 








sábado, 21 de septiembre de 2013

Canadá (IV), la Icefields Parkway & Columbia Valley ...

(Jasper, Golden, Invermere, Cranbrook, Frontera: 735 km. Acumulado: 7.395 km.)

   Y una vez en la boca del lobo, nos metimos en ella hasta la campanilla ... sí, estábamos en Las Rocosas, uno de los hitos del viaje.

   Se ha de pagar si quieres rodar por ella. 10 dólares por día y vehículo. Ya saben, esto es Canadá y se paga por todo, incluso por visitar lo que en realidad es "Patrimonio del Pueblo Canadiense".
   Modelos de gestión aparte, la cuestión no sería tan grave si lo que se buscara realmente fuera la Protección del Medio. Si lo es, o nos lo parece a nosotros, cuando de lo que se trata es de hacer caja.    Hay varios Resorts de tamaño tirando a mastodóntico que no darían la nota en Benidorm u horteradas semejantes, pero en medio de esta belleza de paraje es a mi juicio profanar Tierra Sagrada.

   La opción más económica para dormir es el Campground. Un claro intento de tener controlada a la peña, cobrando un mínimo de 15 dólares la noche por plantar la tienda o estacionar el vehículo vivienda. A cambio te ofrecen letrinas y nada más. No hay duchas, lavandería u otro servicio que cabiera esperar por lo abonado.
   Rizando el rizo, las bicis también pagan. Sí, como lo oyen (o lo leen). Clara desventaja si se tiene en cuenta la comida que has de cargar, salvo que quieras destinar el presupuesto de un mes a la semana que se necesita para una visita rápida.
Situaciones como esta abona el lado oscuro de nuestras almas, el más transgresor y contestatario. El que toma las riendas cuando peligran las naves, el sentido común. O la desfachatez del contrario es tal, que te tiras al barro y que sea lo que Dios quiera ...
   No es intención de estos viajeros bicicleteros revelar como abordamos la situación descrita, si es la de señalar que rodamos por la que dicen los canadienses es la carretera más bonita del mundo ...

   Un servidor, hace ya tiempo que dejó de tener en cuenta calificaciones e intentos semejantes con vocación de etiquetar que ver, sentir u oír.
   Si puedo decir que al rodar por ella me pareció que le sobraban vehículos y gente chillona. Que ciertos rincones son realmente bellos. Que por momentos el alma corre hacia donde los ojos miran. Que por momentos tomas conciencia de tu escala. Que te gustaría estar solo en medio de estas Montañas.


   Las imágenes y el ojo hambriento, sabrán transmitir y recabar lo que yo en vano sabría describir ...



























   Y a la salida rodamos junto al Río Columbia y el valle que forma en su curso alto. Lo primero que notas es la suavidad del clima. Una semana entre montañas con un par de pasos por encima de los 2.000 metros, una meteo más que regular los primeros días y la pérdida considerable de cota, hace que recibas de buena gana el sol, las noches más templadas y el perfil más amable de la carretera.
   
   Volvemos a zona de granjas, que incluye algún santuario para aves de paso, y demás bichos vivientes presentes en la zona todo el año. En las oscuras y silenciosas noches escuchamos por primera vez coyotes y lobos ... por momentos se te eriza la piel, pero suenan lejos, o eso te dices a ti mismo, Ali duerme ...
   El oso negro es el que manda ahora en la zona, con el permiso de los que en granjas y ranchos acogen vacuno y caballos. No hay conflictos, cada uno conoce sus límites.

   La madera y el turismo son los otros dos soportes económicos del valle. En las siguientes semanas veríamos las casas más bonitas y ostentosas hasta la fecha, que como segunda residencia poseen la gente venida de la pujante y cercana Calgary, asentadas la mayoría a orillas de los lagos nada despreciables en tamaño y belleza de la zona.

   



El más tímido de los cachorros parapetado tras el árbol apenas asoma el hocico ... 






Una mañana desde nuestra tienda, mientras desayunábamos ... 


Entrada a la casa de nuestros Warms Donna y David.







Síntomas de abandono del campo ...







Muy importante ... la hidratación ... 

 Jessica y Joe, camino de las Rocosas ...



Para Tino, Harlero indomable donde las haya, a quien imagino a mi lado con mar formada y F8 en el anemómetro ... trimando el tormentín ...







   Y dimos con el paso fronterizo que habría de permitirnos el cambio de país. Volveríamos a pisar suelo estadounidense por segunda vez ...

   Antes de pasar, nos despedimos desde la bella y amable Canadá, donde hemos disfrutado y recibido bastante más de lo esperado. Un beso muy grande a tod@s..., para ti que nos lees, dos!